La Confesión

Para hacer una buena confesión deben cumplirse cinco condiciones: examen de conciencia; dolor de los pecados; propósito firme de no volver a pecar; decir los pecados al confesor; cumplir la penitencia que él nos imponga. Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones: que la materia sea grave y que, además, sea cometido con pleno conocimiento y deliberado consentimiento.