(adaptada de la de Santo Tomás de Aquino)
Padre Providente, que eres llamado fuente de la luz y de la sabiduría: ilumina mi entendimiento y disipa las tinieblas en que he nacido, el pecado y la ignorancia. Concédeme la facultad de aprender, la facilidad para entender, la capacidad para retener, la sutileza para interpretar y el don de saber hablar. Enséñame a comenzar bien el estudio, y ayúdame a darle su debido término, a mayor gloria tuya. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
U: Santa María, sede de la Sabiduría.
T: Ruega por nosotros.